Esta vez tocaba China, era uno de los viajes "soñados" por ella. A él
también le hacía ilusión pisar el continente asiático, el lejano
Oriente, lejano y enigmático.
El viaje era organizado,
constituirían un grupo de 14 personas que se reunirian por primera vez
todos en el propio aeropuerto de Beijin, dónde les recibiría el primer
guía local.
El vuelo, el temido vuelo tenía una escala en
Franckfourt y en total eran 14 horas. No quiso ni pensarlo, era mejor no
pensarlo porque la sola idea de las 14 horas ya le hacía sudar a
chorro.
En el tránsito de Franckfourt aprovechó una cabina, que
entonces aún había, pequeña y atiborrada de gente, para mal fumarse un
cigarrillo y calmar un poco.
En este segundo tramo volaron con
compañia aerea china, a él le despertaba desconfianza pero, al aterrizar
y poner el pie en tierra se dijo, por dentro,-"Qué buenos son volando
estos chinos, y buena flota de aviones!!"-
Allí mismo, en el
propio aeropuerto comenzó esa sensación de ser un bicho raro, o mejor
dicho, de ser todo el grupo una manada de bichos raros observados con
suma curiosidad por cientos, miles, cientos de miles de seres humanos
con ojos rasgados, sonrisa en la boca y muchas máquinas de fotos
sonando al dispararlas.
Esa sensación duró todos los días de aquel
viaje y por las distintas ciudades que recorrieron, sintiendose extraño
en un mundo que no le pertenecía y en el que los objetos o cosas
familiares brillaban mucho por su ausencia.
"- Con todo este
descoloque, creo que no me va a resultar muy difícil poder encontrarme
con mi YO VERDADERO."- se dijo a si mismo en plena ducha en el hotel.
Solía tener algunas buenas ideas en la ducha, el agua siempre le
aclaraba un poco las ideas y se le ocurrian algunas cosas originales y
con chispa.
La primera visita fue al Palacio de verano", según el
guia explicó el lago era artificial, un inmenso lago hecho a mano con el
esfuerzo de más de 100.000 trabajadores.En los días sucesivos, tanto en
Beijin como en Shanghai y otras ciudades que visitaron fue
ratificándose en lo inmenso, paciente, laborioso, observador,
sacrificado y constante que es el carácter del pueblo chino.
La
plaza de Tiananmen le pareció inmensa, es el espacio público más grande
del mundo, luego iría comprobando que en China todo es un poco así, que
cuando ellos hablan de ciudades "pequeñas" se refieren a ciudades de
unos 7 u 8 millones de habitantes(Beijing tiene 21millones y Shanghai
unos 23 millones), que cuando hicieron una muralla la construyeron de
más de 5 mil kilómetros de larga o que los Hutong, callejones antiguos,
llenos de historia construidos muchos durante la dinastía Qing estaban,
en su gran mayoría orientados de este a oeste para que se cumpla el
requisito del Feng Shui.
Ese mismo día los llevaron a "disfrutar"
comiéndose unos ricos pinchitos morunos hechos de cucarachas, grillos,
gusanos, carne de serpiente, etc etc)ël acabó comprando uno de kiwis
que le pareció delicioso.
Todos los sitios que visitaban le
parecían llenos de misterio, energias armónicas, paz, mucha antigüedad y
una gran espiritualidad.
Visitando el Templo del Sol, la ciudad
prohibida, con sus templos y palacios, y otros sitios de religiosidad y
espiritualidad, sintió la NECESIDAD de responder a algunas preguntas de
orden autorreflexivo.
Hablando con el guia, éste le contó que él
era Taoista, que actualmente en China hay ya un significativo porcentaje
de practicantes de distintas filosofias y religiones( Confucionistas,
budistas zen, Taoistas, etc).
Eso le alegró, el Taoismo, y en
concreto la figura de Tchuang Tsé siempre le había atraido, y que decir
del zen, el zen era la horma de su zapato en ese empeño en llegar al
autoconocimiento, porque precisamente esta forma de budismo tiene como
convicción que todos los seres pueden lograr conocerse a si mismos,
aniquilando el orgullo, el egoismo, la vanidad y la obsesión.
Una
mañana, de camino a una ceremonia del té pasaron por un parque , bien
temprano,y allí vieron a cientos de personas bien organizadas haciendo
coreografias de baile, música y practicando Tai Chi. Le resultó muy
llamativo y alentador, esa constancia tenía quer ser "contagiosa". Desde
esa misma mañana empezaba ya a formularse varias preguntas con la firme
intención de darse respuestas:
¿Qué me molesta de los demás y porqué?
¿Qué personas evito y porqué?
¿Qué rechazo en los demás?
¿Qué imagen de mi quiero dar?
¿Qué me molesta que se diga de mi?
Y más preguntas.
El
clima, en esa época del año era tremendamente caluroso,era casi
insoportable el trabajar en esas condiciones, tal era así que el
gobierno tenia el compromiso de que si la temperatura sobrepasaba los 42
grados se suspendian las actividades laborales y pa casa, pues nunca
llegaba la temperatura más allá de los 41 grados( aunque en realidad
hubiese 45 o más).
La visita a la Gran Muralla fué bastante
curiosa pues llegaron con unos 43 grados a la sombra y esperaban
encontrar un muralla para pasear, y, se encontraron con un tremendo
desnivel para acceder a alguna de las torres vigía debido a la
dificultad del terreno, La parte que visitaron de la Gran Muralla, era
obra de un emperador de la dinastía MING..
Habiendose dejado el hígado en la subida a la primera torre de vigilancia le vino a la mente aquella frase de"-
Duante
los 35-40 primeros años de nuestra vida, nos esforzamos en subir por
una larga escalera, para alcanzar la cima de un edificio,y, una vez que
estamos en el tejado, nos percatamos de que nos hemos equivocado de
edificio"- Así se sintió en lo alto de aquella torre de vigilancia.
"-Coño!!,
a ver si esto funciona"- se dijo, "igual acabo contagiado por el clima,
los alimentos, los lugares, el ambiente" y me acabo encontrando, que ya
va siendo hora".
Desde luego la experiencia de la escalada a la
torre le trajo la vivencia de qué efímera es la vida, porque allí,
durante su construcción murieron miles de trabajadores, enterrados entre
las propias piedras y, escalando a cuatro patas para hacer una simple
visita alguna vida más podía terminar entre aquellas piedras.
Sele
ocurrión decir "hacia dentro" con una fuerte convicción:-"Yo soy el que
está aquí, ahora, contemplando esta grandiosidad y formando parte de
ella"- ,No comprendió muy bien lo que quería decir, era algo que le
salía de muy dentro, no lo comprendía pero le hizo sentirse bien.
La ceremonia del té, el último dia de estancia en Beijing, también le acercó un poco a sí mismo.
El
té es la bebida nacional en China, todos llevan un frasco de cristal
con un poco de té en el fondo y en cualquier sitio lo llenan con agua
caliente y ya tienen su bebida. En el aeropuerto de Beijing hay grifos
en cualquier zona que suministran agua caliente y son usados
constantemente, también se pasan el dia meando ....
También
existen otras curiosas costumbres que le llamaron la atención, como la
que tienen muchos hombres de subirse la camisa o el niki y dejar al
descubierto la barriga para que refresque ante tanto calor. o, la de
montar un restaurante rápido en cualquier esquina de la ciudad, con lo
siguiente: un infiernillo, un wok, una mesa de playa( con ésto se monta
la cocina), con varias cajas de frutas diseminadas por la esquina, a
cuyo alrrededor varios comensales en cuclillas esperan que les atiendan.
"Esto es el fruto de tanta sabiduría", se dijo, debo tomar ejemplo de un pueblo con estas características.
Estaba
seguro de que el resto de viaje por China sería de una riqueza muy
grande y que le permitiría acercarse a su verdadera ESENCIA.. Ahora, de
momento, ahí, en Beijing comprendía que nuestra misión, la de todo ser
humano consiste básicamente en aprender de cada experiencia y
EVOLUCIONAR.
Comprendió, también, que hacerse la pregunta "¿QUIËN
SOY"? destruye todos los demás pensamientos y permite la REALIZACIÖN del
ser, es decir:PERMITE A CADA UNO LLEGAR A
CONOCERSE....(Continuará......)
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