El agua estaba fria, muy fria, más de lo que habría podido imaginar.
Creia conocer sobradamente lo que era el agotamiento extremo, la
extenuación, pero era evidente que no, no lo conocía, ahora, ahora si,
estaba comprobándolo.
ültimamente le habia dado por pensar
que tanto esfuerzo en la vida, en general, y el trabajo en particular,
no merecía la pena, que estaba harto de cardiólogos( con lo joven que
aún era)de gimnasios, fisioterapeutas y otros varios especialistas que
con tanta frecuencia se veia obligado a visitar.
Tenía carnet de
socio honorífico del Club de los estresados, de hecho era uno de sus
fundadores,de los últimos que aún quedaba con vida.
En su trabajo,
sin duda , era el mejor,nadie lo ponía en tela de juicio. Además,
ejercia su liderazgo a veces de manera un tanto tiránica, por lo que
todos acababan siempre, por si acaso, entonando un "de acuerdo" o "si
señor".
Desde muy pequeño aprendió lo que significaba tener que
ganarse su lugar y el reconocimiento de los demás a base de demostrar
que era el mejor, el más. El sacrificio y la lucha competitiva eran el
pasaporte que te llevaba directamente al reconocimiento por parte de los
demás.
Eso si, el esfuerzo siempre recibía recompensa, hasta el
punto de acabar siendo el orgullo de sus padres, el hijo listo y
destacado, y, por si ésto fueran sólo unas pocas virtudes tenía, además
un caracter agradable y complaciente.
Ver a sus padres y a él
mismo de pequeño, hacia recordar aquel chiste que decía : Se encuentran
dos amigas en la calle y una le preguntas a la otra:-"Que tal tus
hijos?,-"muy bien los dos, contesta-", "-Y cuántos años tienen? sigue
preguntando- y la otra contesta:-"El médico 3 años, el abogado 5-".
En
el colegio siempre fue un lider y un excelente alumno, listo, estudioso
y con carisma, ¿qué más se le podía pedir?, en realidad , nada más. Él
solito se encargaba de llenar de orgullo a su familia y a él mismo.
Sus
profesores le valoraban mucho por lo destacado, aunque muchas veces en
detrimento de otros estudiantes que sin destacar tanto cumplian y eran
también, o podian serlo :"alumnos modélicos".
Su capacidad era, al mismo tiempo, favorecida, y a ella se sumaba siempre su tesón esfuerzo y sacrificio.
Su
período universitario fué una verdadera marcha triunfal, siempre en el
grupito de los mejores y siendo también el centro de atención de sus
compañeras, que llegaban, al menos algunas, a esperar su turno en espera
de llevarse el gato al agua( él tenía casi la consideración de un
trofeo).
Sin embargo, a pesar de todo: el destacar, ser el mejor,
su capacidad de entrega, su sacrificio, su liderazgo, ninguna de estas
virtudes y capacidades le había facilitado el terreno en la esfera de
las amistades.
Ahí si que tenía un verdadero punto negro en su
curriculum vital, se puede afirmar que nunca habia disfrutado del hecho
de contar con amigos auténticos, que te quieren por ser quien eres y no
por lo que eres, o peor aún, por lo que tienes.
Pero él sabía que
un día llegaría también la verdadera amistad, como así fue unos años más
tarde. Conoció a aquellas personas de una manera totalmente fortuita.
Había quedado telefónicamente con unos jóvenes ejecutivos, aspirantes
codiciosos, que habian contactado con él para que les impartiera algo de
formación y asesoramiento.
Estaba en la barra del café cuando
entraron varios jóvenes( hombres y mujeres) charlando animosamente. Al
situarse al lado de él les preguntó si eran los jóvenes con los que
habia quedado. Le dijeron que no, que ellos estaban en un descanso de un
taller de crecimiento personal que estaban realizando, y sin saber
cómo, al poco tiempo estaban enzarzados todos,él también,en un debate
sobre qué era lo importante y lo superfluo en la vida.
Asi
fué como empezó la amistad con las personas de aquel grupo, grupo que
habían bautizado con el nombre de"Los buscadores". Eran, tod@s ell@s,
personas con un largo historial de sufrimiento psicoemocional y, a pesar
de todo, continuaban su búsqueda guiados por su actual terapeuta, de
orientación humanista.
Estas personas, y el terapeuta, le
acercaron al horrible vacio de mirarse en el espejo, a descubrir su
falsa identidad, su vanidad, sus carencias.
Hacia poco, por tanto,
que habia comenzado su proceso psicoterapéutico , y lo habia comenzado
con verdadera ilusión. Sin embargo, mientras recordaba ésto, una nueva
sensación helada, un frio inmenso le trajo nuevamente al presente, al
momento, a tomar consciencia de su terrible situación
No recordaba
cómo se habia fraguado la idea de alquilar aquella embarcación en el
puerto deportivo de Helsinki, habia ido a pasar unas simples vacaciones
de relax, buscando tranquilidad y tiempo para reflexión y meditar.
Alguno
de sus "amigos" del trabajo, aspirante a guay y con ganas continuas de
destacar comentó la posibiliad de alquilar embarcaciones y lo bien que
estaría poder elegir el mejor" navegante ocasional del Báltico".
El
caso es que, fué tan imbécil como para entrar en ese juego y allí
partieron ese día frio de septiembre a demostrarse lo necio que se puede
llegar a ser.
El barco zozobró a las dos horas de navegación, fue casi instantáneo, no dió tiempo a nada, todo se fue a pique.
Sus
acompañantes no dieron más señales de vidlotea, él consiguió aferrarse a
aquel tablón ´y, de esto hacía ya unas cuantas horas.
El agua estaba helada, el mar, completamente solitario, la inmensidad, vacia y él, aferrado a aquella tabla y aterido de frio.
Consiguió divisar cerca un islote, tal vez, su única salvación.
Pero una terrible realidad le alejó inmediatamente de cualquier sentimiento esperanzador.
El,
que sabía 7 idiomas, que era lider natural, que siempre destacaba, él
el vanidoso que tantas cosas conseguía y tantas habilidades
desarrollaba, veia ahora lo absurdo y sarcástico que el destino( tal vez
el destino, o tal vez no)podía llegar a ser. El no sabia NADAR, nunca
habia aprendido a NADAR.
Y allí estaba, agarrado, exhausto, a
aquella única tabla que habia a flote en lo que la vista alcanzaba. !Que
ironia! no sabía nadar y ya no tenia más fuerzas para permanecer
agarrado a ese pasaporte a la vida.
El frio comenzaba a hacer
sus efectos, la hipotermia estaba en su prmera fase y sus manos ya casi
no le asian a la vida. En un último pensamiento, al tiempo que se soltó
definitivamente de la tabla y comenzaba a hundirse, se dijo a sí mismo
"Eres el más tonto del mundo mundial".
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