Era una especie de endurecimiento del torax seguido de un fuerte remolino interior a la altura de las tripas y que remataba con una desconexión del pensamiemto, una anulación temporal de los sentidos y un deseo de....
También desde pequeño habia aprendido a alimentar esa emoción tan intensa, a desquitarse de la furia, a darle salida inmediata.
Ahora que, al igual que su furia se desataba y encontraba inmediata salida y objetivo, también sucedia lo mismo con sus deseos más urgentes(todos).
A veces decía que sólo se sentía vivo en las experiencias de satisfacción de sus impulsos, y, en petit comité llegaba a confesar que su "vida"era la satisfacción que encontraba a través de experiencias de placer, lujuria y violencia que experimentaba.
Su infancia habia transcurrido en casa pasando, alternativamente, de presenciar la violencia de su padre sobre la madre a ser él mismo el objeto de las conductas violentas.
Desde ese sufrimiento fue naciendo en él la furia justiciera, la noción de que o das o te dan, de que el mundo está lleno de impresentables que no valen ni pa tomar pol culo, y otro sentimientos tóxicos.
En el barrio habia ido labrando su fama de sádico y matón, jefe de pandilla, hecho que se veia favorecido por la gran envergadura física que poseia.
Todos le temian, o estabas con él o contra él, no había posiciones intermedias
Siempre le habia tirado, no podía ser de otra manera, el trabajo de seguridad, en el sector privado, dónde podría obtener más recompensas a su buen hacer.
En la academia de preparación siempre destacaba de una forma ejemplar, aunque había que andarse con un poco de cuidado en cuanto a las bromas. Tenía buen humor pero, si malinterpretaba una broma, valía más darse mucha prisa en aclarársela bien o poner tierra por medio.
Su historial laboral estaba salpicado de triunfos, buen hacer, pero también de alguna que otra desafortunada intervención, de las que siempre habia salido, hasa ahora, bien parado.
En cuanto a amistades, había sabido mantener a un grupito de la infancia como fieles amigos desde entonces, aunque , como él decía:-"la vida te dá siempre la evidencia de que hay mucha gente que no se merece ni el aire que respira"-.Pero, no es menos cierto, que en el mundo hay justicieros que se encargan de darle su merecido a esas personas, y, entre esos justicieros, está él.
Las chicas se le acercaban casi siempre con temor, temor y admiración a la vez, en muchas ocasiones.Había tenido varias novias, con muy poco compromiso, y alguna un tanto ligera de cascos( Con esa había hecho la justicia necesaria para darle una lección). Pero desde hacía un tiempo a esta parte, desde que había comenzado la relación con Elena era otra cosa.
Con Elena se sentía plenamente aceptado, querido y, sobre todo, querido sin el más minimo temor. Esto era lo que más tranquilidad y confianza en Elena le proporcionaba.
Ademá Elena le dejaba siempre su "espacio personal", espaci que él usaba para estar con los amigos y para practicar algunos de sus deportes de riesgo favoritos..
Aquel día estaba muy contento, le habían ascendido en la empresa a jefe de seguridad y se rumoreaba que la empresa iba a ser absorbida por una multinacional respetando todos los puestos de trabajo y categorias laborales.Y, por si esto fuera poco, iba a "probar el equipo nuevo de práctica de puenting saltando desde el Puente de Pino, un puente antiguo, de principios del siglo XX y con una notable altura máxima de 90 metros.
Últimamente sentía más necesidad de praticar sus deportes favoritos, puenting, paracaidismo, rafting, ala delta y otros del estilo. Siempre había necesitado esas prácticas que le conectaban con lo más profundo de su ser, le hacían sentirse 100% vivo, ahora había , más que nunca, razones para sentir con plenitud esa emoción de vida.
Decididamente, cuando volvieran por la tarde del puenting, iba a pedirle a Elena que se fuese a vivir con él, que deseaba compartir su vida con ella( muchas veces la habia "empujado" incluso a practicar alguno de sus deportes).Sentía que por fin la vida sonreia a aquel niño que tanta violencia habia contemplado en su infancia, a aquel niño que la había sufrido en su propia piel, sentía que la vida hacía justicia y ese fue el sentimiento que tuvo al saltar del puente, justo, justo hasta el mismo momento en que oyó un ruido extraño al tensarse completamente la cuerda de nylon, un scrichhhhh que hizo el nylon al rasgarse completamente y romper. FUÉ LO ÚLTIMO QUE ÉL OYÓ.
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