lunes, 23 de septiembre de 2013

CUANDO NO ACABAMOS DE CRECER

Ella siempre habia "apostado por caballo perdedor", aunque no sabía muy bien que significaba esa expresión.
Se lo habia oido explicar a un psicoterapeuta un poco zumbado, que lo habia reflejado por escrito en una entrada de su blog.
Sentía siempre el irrefrenable impulso de acercarse allí dónde algo brillara, se hiciera oir o destacara un poco sobre el fondo. Era un impulso automatizado, que funcionaba como una verdadera válvula de escape, un antídoto ante el posible dolor y sufrimiento que todos los seres humanos nos encontramos inevitablemente en nuestro andar cotidiano, en nuestro vivir, sin más.
Había sido una niña entre ejemplar y traviesa,  muy sensata,excelente hermana, responsable y, al mismo tiempo algo rebelde, imaginativa, que se entendia mejor con los chicos jugando a los piratas que con las niñas jugando a las muñecas.
Ahora, con los cuarenta años ampliamente sobrepasados, con una familia propia creada con mucha ilusión, ahora, seguia siendo aquella niña, entre ejemplar y traviesa.
Mostraba desde su adolescencia un gran interés por las causas justas, siempre se mantenia comprometida con uno o dos frentes de liberación social, de defensa ecológica,etc.
Su compromiso, su entrega, tenia , para ella, un precio. El precio de su sacrificio era, no podia ser otro, un reconocimiento explícito por parte de los demás. Esto resultaba fundamental, el reconocimiento de su entrega, al punto de posponer sus propios deseos, tenia que dejar remarcada su naturaleza bondadosa y sacrificada, como si de un mercado de compra y venta de valores humanos se tratase.
Esta "vocación bondadosa", sacrificio como moneda de cambio, ciertamente no era un motivo de orgullo, al menos de forma espontánea.
Estas "cualidades" eran las que la convertian precisamente en una apostadora a caballo perdedor. Su constante necesidad de ser reconocida como gran persona, entregada y solidaria le jugaba malas pasadas, al punto de buscar el reconocimiento exclusivamente dónde no lo habia, o dónde sólo se aparentaba reconocer.
Estas consecuencias, derivadas de las necesidades de su EGO, le habian hecho perder buenas amistades, personas que realmente llegaron a apreciarla pero, que se cansaron, con el tiempo, de sus silencios y de su mirar para otra parte. Además , su distorsionada visión y su conducta mezcla de madurez, travesura e inconsciencia le habia servido para acabar coleccionando una auténtica corte de gente aduladora que satisfacia su glotoneria egoica, aduladores que,a la primera dificultad que surgiera, abadonarian en masa , dejándola más sola que la una.
Ella vivia de espaldas a esta posible realidad.Su mal entendido altruismo no le dejaba ver con claridad lo que la adulación trae en consecuencia, la esclavitud que a la larga acaba reportando al adulado.
Sus profundas convicciones religiosas si le habian ayudado en numerosas ocasiones, le habian proporcionado integridad, entereza, lucidez y humildad. Pero, la neurosis es un estado de permanente "permanecer" hasta que  lo vaya disolviendo poco a poco el arduo trabajo personal de  crecimiento y equilibración.
Su pendiente trabajo esforzado, de lucha y superación necesitaba llevar una carga de: rechazo profundo a la posición narcisista, aceptación del dolor, y no evitación, a toda costa, buscando el divertimiento.
El caso es que llevaba un largo tiempo reflexionando un poco sobre estos temas, su vida familiar resultaba muy estable, a veces pensaba que "demasiado estable", y su vida laboral daba continuos giros, poniendo ella siempre el esfuerzo en que los giros llevaran la dirección esperada.
Necesitaba cambiar, era URGENTE, ¿ a quién queria engañar?, se sentia a veces tan perdida!!, ella misma tenia la impresión de ser una auténtica veleta al capricho del viento, del viento adulador, del viento complaciente, del viento que ofrece distracción, alejamiento del dolor.
Pero parecia destinada a ser una eterna postulante del cambio, siempre vendiendo sus beneficios pero, incapaz de llevarlo a cabo, y los años seguian pasando. Empezaba a tener un poco de miedo al hecho de que su imagen física continuara anclada en el pasado, en la adolescencia, su forma de vestir venia siendo la misma de siempre pero realmente no habia adaptado su vestuario a su edad y condición.
Se encontraba ya próxima a la frontera, esa frontera que lleva a hacer el ridículo espantoso, como cuando vemos a una señora mayor vestida de adolescente, cuando un vestidito ligero sin mangas deja ver piel flácida en los brazos, señales del paso del tiempo que sin ningún temor debemos aceptar, lo que no significa que haya que llevar los colgajos de piel a la vista.
La apariencia física, el vestuario, las amistades divertidas y lisonjeras, la playa( durante el largo verano)..todo era fundamental e imprescindible.
Revisó en su bolso que el pasaje del ferry estuviera aún allí, a buen recaudo. Asi era.
El viaje consistia en pasar una jornada de navegación visitando las numerosas islas que conformaban el archipiélago. Era una bonita aventura que iba a emprender con dos viejas amigas que la acompañaban
El archipiélago estaba situado en pleno mar Caribe y era muy conocido por las historias que hablaban de barcos desaparecidos y que supuestamente cruzaban una fisura en el espacio-tiempo perdiéndose para siempre.
Jamás hubiera pensado que esas pocas nubes que se veian en el horizonte fuesen capaces de desatar una tormenta de semejante envergadura, pero así fue y el barco acabó naufragando sin remedio, en medio de aquel mar misterioso.
Llegó a la costa del islote exhausta, que verdadera ayuda representó en momentos así el haber sido nadadora de joven y su empeño en mantenerse siempre en buena forma física.
Los dos dias siguientes exploró de arriba a abajo todo el islote pero no encontró rastro alguno de supervivientes ni de moradores . Era la única persona viva en aquella pequeña isla enclavada en la inmensa soledad del mar .
Habia descubierto que habia alimentos y agua suficientes para sobrevivir durante mucho tiempo pero no habia, en ese mundo, un solo ser humano con quien compartir, conversar, adular y ser adulada...
Pasaron semanas, meses y su obligada "soledad" le empezaba a pasar factura, su mente se resentía cada vez más, su incapacidad para soportar el dolor la habia llevado a fabricar con cocos y yute trenzado y hojas de palma varios muñecos rudimentarios, a modo de personajes, de corte aduladora.
Habia colocado los monigotes a lo largo de la playa y cada mañana, al levantarse y dirigirse a la cocina para su desayuno se encontraba una legión de ellos , con unas extraña sonrisa en la cara, como una mueca caricaturesca que le anunciaban un nuevo dia en SOLEDAD, sola en aquel mundo...
Comenzó a establecer relaciones con aquellos monigotes ideados por ella, formó un grupo de aduladores y otro de oposición y, asi, de esta manera, comenzó su verdadero sistema de apuestas a caballo perdedor.
Su salud mental se resentía más y más, comenzaba tener dificultades para discernir lo real, ella sola se envolvia en duros enfrentamientos filosóficos( la Filosofía era otra de sus pasiones, diríamos que, falsas pasiones).
El barco que tres años después del naufragio del ferry de recreo llegó a la isla,  expresó a través del diario de a bordo del capitán que la escena que se encontró al desembarcar en la playa fue de gran impacto visual y emocional. Se encontró, en medio de una multitud de muñecos rudimentarios , con el rostros y el gesto pintados con trozos de carbón vegetal con distintas disposiciones de ánimo. En medio de todos ello, una mujer, semidesnuda, terriblemente sucia, infestada de piojos y con el gesto desencajado, mirando al infinito reia a grandes carcajadas que resonaban por toda la isla. Estaba completamente trastornada, de hecho hubo que reducirla para poder subirla al bote, y, mientras el bote recorria la distancia de la playa al barco fondeado una risa sin sentido, completamente trastornada resonaba en la bahía JAJAJAJAJA

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