jueves, 9 de mayo de 2013

NUEVA DIVAGACIÓN SOBRE LA SOMBRA

Decía en alguna nota anterior sobre la Sombra, que ésta es"todo lo que arrojamos al inconsciente por miedo a ser rechazados por las personas significativas", nuestro miedo a decepcionarlos y no ser aceptados nos hizo ir deshaciéndonos de características de nuestra verdadera personalida( esencia)
También arrojamos a la sombra alguna virtud que, desde la necesidad de reconocimiento se convirtió en una pesada carga.
Según C.G.Jung los esfuerzos del individuo por adaptarse a lo correcto le conducen a perder su propia originalidad y crear un "yo social"(persona) y un "yo íntimo".
Es necesario, en primer lugar, construir un yo-social sano y sólido.
Una socialización correcta en los niños debe ser de forma tal que respete las aspiraciones profundas de su "yo-íntimo".
Es importante considerar que cada vez que se rechaza una emoción, un rasgo del caracter o un talento y ésto cae en el saco de la sombra, a la larga, el individuo se sentirá aplastado y deprimirá al tener una sombra tan voluminosa.
Sólo es viable, como camino salvador, ir al encuentro de la sombra y reintegrarla al yo, aceptándola.
Nuestra sombtra está oculta en multitud de aspectos de nuestra vida ordinaria y, también presente en los distintos roles que desempeñamos( como miembros de una familia, como parte de la pareja, con nuestras amsitades, en el trabajo, etc etc.
Su presencia se hace notoria(o al menos, debería) cuando sentimos rechazo por algún desconocido, cuando sentimos verguenza , también está presente en nuestras conductas adictivas o compulsivas y obsesivas, en los lapsus verbales, en los chistes, e incluso llega a esconderse en los síntomas físicos( no olvidemos el enfoque psicosomático de la medicina y su Biblia particular, el libro "La enfermedad como camino").
También la sombra asoma en la obra creativa y artística, que por cierto, permite volcarla por completo si uno la "trabaja" a través del medio artístico.
Un último aspecto a reseñar en esta divagación sobre la "sombra" es el referente a la ansiedad que suele acompañar a las proyecciones salidas de la sombra. No olvidemos que la sombra se manifiesta fuera de nosotros porque la proyectamos en otros, de tal manera que vemos en el exterior el reflejo de nuestro propio interior, vemos en los demás una parte oculta de nuestra propia personalidad.
La ansiedad que acompaña esas proyecciones es la manifestación fisiológica de un vacío afectivo que deja en nosotros un sentimiento mayor o menor de inseguridad afectiva y baja autoestima, entre otras consecuencias.

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