miércoles, 6 de agosto de 2014

A LOS METROS QUE CORRESPONDEN A 390000 PIES DE ALTURA

Puede que esta fuera la última vez que escribía estando en vuelo, lo que sí es seguro es que era la primera, le animó a hacerlo una desazón continúa desde que habían despegado de Madrid.
Su miedo a volar parecía una irónica decisión  tomada por el destino para burlarse de un buscador como él de lo auténtico, de la ESENCIA.
Cierto es que su miedo no le había impedido conocer lugares muy lejanos a los que solo en avión habría sido posible acceder. En eso le había ayudado enormemente su mujer, compañera de vida y fatigas que tan bien lo conocía .
El caso es que en pleno vuelo a Estambul, para entretener su ansiedad, sacó el Ipad y se decidió por unas partiditas de Candy Crash. Le entretuvieron un poco pero enseguida le tocó espe
rar un rato, pues había agotado posibilidades.
Y ahí fue cuando se dijo:"No puedo hacer un viaje a Turquía,ver a los derviches bailar, inundarme de espiritualidad y obsesionarme, al mismo tiempo, con unas partiditas de Candy Crash.".
Fue dicho y hecho, su niño interior expresó su temor y cedió las riendas al adulto, a su adulto, y así comenzó este escrito a 38000 pies de altura y a una hora y media aún de llegar a Estambul.

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