Siempre había pensado que este mundo era muy imperfecto y había
muchas cosas por mejorar, pero también es cierto que siempre se había
dicho que hay que ser paciente con las personas, que no es mala
voluntad, que el problema es la falta de consciencia.
Su jefe lo
tenía en buena estima, era reconocido por sus muchas virtudes en el
trabajo: responsabilidad, diligencia, superación, dotes de mando y
coordinación.....
Llevaba en la empresa más de treinta años y sólo
había faltado a su trabajo en dos ocasiones: una por una gripe y la
otra(un poco más larga) por una operación de hernia inguinal. Si había
algo de lo que se sentía orgulloso era de su historial laboral.
impoluto, ejemplar,"Como debe ser".
La vida, sin embargo, no se había portado muy bien con él, no, definitivamente no.
Nunca
se cruzó en su camino una mujer"como Dios manda", señora de su casa,
madre de familia, esposa amantísima....O al menos, el juzgó que ninguna
de las que se cruzaron en su camino cumplía esas condiciones(¡hay tanta
imperfección por el mundo, tanta gente equivocada!).
Por tanto, se
habia visto obligado a hacer de su casa un pequeño hogar, una pequeña
familia de un solo miembro, él, él era a la vez madre y padre de sí
mismo, esposo y mujer de sí mismo.
Como amo de casa era casi
perfecto, todos los sábados, limpieza a fondo de la casa utilizando un
método inmejorable que contemplaba varias fases, fases que siempre
respetaba y que creía que eran la explicación más evidente de sus
operaciones de limpieza perfectas. Además ahorraba en productos
químicos y en tener que dedicar excesivo espacio a los muchos utensilios
que normalmente la gente utiliza para hacer la limpieza de casa.
ORDEN
era una de sus expresiones favoritas, orden para todo: para los objetos
decorativos del hogar; para la ropa en el armario(por cierto, los de su
casa llevaban etiquetas identificativas pegadas dentro); orden en su
trabajo, con sus papeles: orden para comer, dormir, hacer deporte; orden
en las relaciones sexuales esporádicas( cada vez más escasas); orden en
sus ideas, conceptos y creencias. ORDEN en todo.
Siempre mostró
muy buena disposición a ayudar a los demás en el camino de encontrar la
PERFECCIÖN, ese esfuerzo necesario que tan poco dispuesto se muestra
todo el mundo a hacer- se decía. Por eso él ayudaba aunque no se lo
pidieran.
En el trabajo, con sus compañeros, las cosas no estaban
muy bien, realmente estaban muy mal. No lo soportaban, todos se
quejaban de su manía de dar consejos sobre como hacer las cosas, de
juzgarles constantemente. En fin, tenía esa rara cualidad de "ir
haciendo amigos por la vida".
El caso es que socialmente se encontraba más solo que la una.
Y
encima ahora estaba el problema con el nuevo subdirector de la
compañía, el hijo del accionista mayoritario y virtual dueño de la
empresa.
Para él se trataba de un joven echado pa' lante, un tanto imprudente, vanidoso y fundamentalmente enemigo de lo de toda la vida.
Ya
hacía más de tres meses que este jovenccito creído, más imperfecto que
ningún otro en la empresa, venía vigilándole en su trabajo, y con cara
de pocos amigos; él diría que más bien con cara de prepotente.
Y
allí estaba, sentado, en la pequeña salita de estar al lado del despacho
del subdirector. Le había citado para hablar sobre su enfoque en el
trabajo, sus cualidades. Además le había anticipado que le explicaría
conceptos como empatía y otros similares.
Estaba ya poniéndose
muy nervioso, la cita se retrasaba y él tenía mucho trabajo
pendiente-¿qué se cree este señorito?murmuraba para sus adentros. Su
cabreo era monumental, ahora tomaba conciencia, allí sentado, de lo mal
que le caía ese muchacho, de lo injusto de que fuera el subdirector,
dados sus escasas dotes y desacertado enfoque.
Notó cómo la ira
acudía a su conciencia y procuró aplacarla, sus pulsaciones se
dispararon y cuando empezaba a notar un ligero mareo(sin poder, esta
vez, disimularlo, como otras tantas), justo en ese momento, se abrió la
puerta y el subdirector, con aire contrariado y cara de pocos amigos, le
mandó pasar.
-Señor Gutierrez, se ha hecho muy tarde y tengo aún
mucho que resolver en esta empresa, así que sin más dilación le comunico
que le agradecemos los servicios prestados todos estos años,
peroooooo.....le doy por enterado de que la empresa pasa de forma
inmediata a prescindir de sus servicios-
Esto fue demasiado para
su tensión y su ira contenida, sintió una fuerte palpitación en sus
oídos y un dolor agudo e intenso en el pecho, se contrajo como un animal
herido. Recibió una segunda punzada , aún más dolorosa que la anterior y
cayó al suelo, escapándose de la vida y oyendo lo más terrible que
podia oír, una voz que decía mientras él se moría:-Llamen al médico, que
este señor rancio y anticuado se nos va a morir aquí mismo.
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