A VECES LA INSPIRACIÓN...

A VECES LA INSPIRACIÖN...

No siempre las cosas FLUYEN con facilidad, al contrario, casi siempre está uno abotargado y, cuando desea ansiosamente dar a luz algún ocurrente escrito Calíope( musa de la escritura)está de vacaciones o baja laboral.
Así me encontraba yo, y , digo encontraba en pasado ,porque ya no es lo mismo.
He conseguido una sustitución para la plaza de Calíope.
Cuando no está "disponible" la Musa es perfectamente reemplazable por los mortales , por cualquier grupo o personas sueltas que presentan perfiles y vida como para escribir un buen puñado de historias de todo tipo( desde comedia romántica a historias de terror ,pasando por dramas épicos y hasta musicales).
Y todo esto está ahí, en la calle, solo hay que salir y "poner un poco la oreja", prestar atención a los rostros, que son el reflejo de la situación personal, escuchar alguna charla o confesión, observar las interacciones.
La vida, las vidas, están llenas de esperanzas, desesperanzas, alegrías y tristezas, objetivos alcanzados y proyectos inconclusos.
Con todo este panorama resulta casi caprichoso pedirle a Calíope que nos alumbre
La vida, la de cada día, tiene un océano de argumentos, tantos como seres humanos somos y nos invita, además , día tras día a "escribir" nuestras propias historias, a expresar nuestro sentir a través del modo que más se nos ajuste( escritura, pintura, manualidades, música, y tantas otras actividades).
Por tanto, considero  que no es tiempo de quejarse , si la falta de inspiración nos lleva al vacío incluso de ideas, lo mejor es llenarlo de actividades.
Actividades  a través de las cuales nos reencontraremos con la inspiración, la inspiración creadora.Sin embargo, en determinadas circunstancias el vacío se nos presenta como "síntoma", señal de algo, en estos casos lo mejor es "escucharlo".
Podemos ir recapitulando esta breve reflexión y digo que cuando la falta de inspiración nos pone en las puertas del vacío, no hay nada que temer, si acaso solo pensar que nuestra respuesta puede y debe ser lo más adaptativa posible y que siempre será una buena ocasión para hacer bueno aquel dicho de "a mal tiempo, buena cara"