viernes, 7 de agosto de 2015
LAS CRÓNICAS TAILANDESAS
LAS CRÓNICAS TAILANDESAS
SOBREVOLANDO ITALIA
Al igual que hice a la vuelta de Turquía el verano pasado, repito actividad de escribir en vuelo.
Esta vez es en la ida del viaje y un poco más lejos, Tailandia.
Vuelvo a sentir la necesidad de escribir como una forma de ahuyentar el miedo, miedo de estar a casi 15000 pies del suelo y sobre todo el miedo de pensar las horas que aún quedan por estar a unos 14 o 15 mil pies del suelo.
En el escrito de Turquía decidí, al poco de haber comenzado la crónica, darla por terminada y hacer frente a mi miedo, mirándole a la cara y sin distracciones.Esta vez, habiendo aún por delante tantas horas lo mejor es escapar un ratito creando un texto lúcido que solo el miedo es capaz de inventar.
Con ello albergo la esperanza de sacar algo más o menos conexo y entretenido, aunque lo más probable es que termine llenando de palabras con escaso sentido una hoja, vamos como para una crónica de la nada, o una crónica balbuceante.
Tomo una decisión en este mismo momento que creo me va a garantizar el resultado literario, hago un receso por agotamiento, y luego continuo.....
El receso se ha alargado mucho, ahora estamos por encima de Kabul ( Afganistan ),
el miedo no ha desaparecido.
No, si al final ,me voy a tener que empujar un Lorazepán para encontrar un poco de sosiego, las maniobras distractoras no funcionan, ya me conozco todos los trucos.
Nadie me puede decir que tengo un bajo nivel de empatía con los afectados de fobias, trastorno de ansiedad, trastorno de pánico y " ansiosos" en general.
Una vez más , me toca apagar todo, encender mi interior, conectar con él y hacer frente a todo
PREPARANDO EL RESTO
Pasó Bangkok y vamos a por el resto de Tailandia, la lluvia siempre presente, pero no impidiendo la continuación de este viaje programado y ofrecido por losTouroperadores desde miles de kilómetros de distancia.
Nuestro guía en Tailandia parece no cansarse nunca de transmitirnos información de su pais, es como si quisiera ganarnos para su causa, que fueramos testigos del progreso de este país en los últimos años y transmitir esa idea al resto de la humanidad.
Escribo esta crónica desde nuestro llamativo y peculiar bus que nos va a representar en los próximos días.
Acabamos de hacer la visita al mercado flotante, pasando por los innumerables canales llenos de puestos. Hay un ambiente tranquilo, con pequeños cocodrilos incluidos.
El trayecto resulta bastante relajante, por el cansancio que venimos acumulando ,casi se podría calificar de aburrido.Ahora bien, si pusiesen unas mantas y un poco de música oriental sería un lugar apropiado para la meditación.
....Hace unos días abandoné la crónica del viaje, lo hice por verdadero agotamiento
Cada día empezamos el periplo a una hora excesivamente tempranera. Agotados, sin tiempo a recuperar, comenzamos una nueva jornada de verdadero sacrificio.
Nuestras fuerzas parecen estar por los suelos.
A lo agotador del viaje en si se le suele añadir un calor sofocante y una humedad altísima.
Los monzones arrecian y llueve a mares, con este nivel de estrés decido interrumpir, temporalmente las crónicas mientras no se alcance un nivel de paz estable, termino esto desde el autobús por carretera, lloviendo a mares y a toda pastilla, alguien da más?
KARATE A MUERTE EN BANGKOK
Así se titulaba una película que vi hace mil años, en mi etapa de universitario perezoso en Madrid.
No recuerdo nada de la peli, salvo su título, quizás lo más llamativo, y de lo que me acordé cuando decidimos visitar este pais,
Tailandia, en aquella epoca era sinónimo de corrupción, turismo sexual, masajes, tráfico de opio, y otras cosas por el estilo.
Y asi fue durante unos años, hasta que dejé de oir cosas de alli y el tiempo pasó
Hasta este año que empezamos a preparar las vacaciones de verano y se nos ocurrió, por alguna razón que desconozco,`plantear, entre otras alternativas, la de Tailandia.
Y salió ganadora con prontitud, porque siendo tan lejano( 12 horas de avión)tal vez no sea posible contemplarlo como opción permanentemente. O tal vez las razones discurran por otros derroteros, pero en todo caso Tailandia ganó como poco una opción de viaje largo del año 2015.
Y aquí estamos, o mejor dicho , estoy, porque escribo esta crónica desde el restaurante buffet del hotel Le Merdien en Chiang Rai cenando yo solo porque Carmen se encuentra un poco mal y está descansando en la habitación.
No obstante ahora estoy en la certeza de que Bangkok y por extensión Tailandia ya no es el título de una peli de chinos o algo parecido.
Tailandia ya está por derecho ,por sus costumbres tan distintas,por la sonrisas siempre dibujada en sus gentes incorporada a mis vivencias, a mis recuerdos, a mis emociones, me enseña algunas cosas nuevas y, sobretodo me enseña cosas de mi
NAVEGANDO POR EL MEKONG
Ayer fue un día de emociones encontradas, y no me refiero a nada psicológicamente complejo o sesudo.Me refiero al simple hecho de encontrarse, al mismo tiempo emocionado y cabreado
Emocionado por encontrarme a bordo de un pequeño barco navegando por el mítico río Mekong, visto en tantas películas sobre la guerra de Vietnam. Tan emocionado que en algún momento creí oír La cabalgata de las Walquirias y el tema The End de The Doors.
Y, conviviendo con esa emoción, un gran cabreo, el que produce el agua cuando entra a chorro dentro de la barca a instancias del viento y la lluvia incesante produciéndote una mojadura de mil pares.
Emoción y cabreo, una convivencia difícil pero a la que uno se acostumbra fácilmente si se deja fluir.
Eso fue lo que yo hice aquí, en el Mekong, a unos 10.000km de nuestra tierra, dejarme llevar, fluir con este viejo conocido, al que le pasa un poco lo que a Nueva York (cuando vas a conocerla, es una ciudad tantas veces vista que te resulta familiar, como si ya la conocieses).
Fluyendo con sus aguas marrones, en un día típico de monzón( lo hace más real aún) y dejando, al mismo tiempo que las emociones confluyan con el cabreo, una emoción más al fin y al cabo.
El resultado ha sido vivencialmente interesante, me ha enseñado que fluir cuando piensas que ya todo está perdido, o lo ves perdido, te hace recobrar esperanza, y recuperar esperanzas es volver a ser capaz de sentir cosas que a veces dabas por perdidas.
Hoy el Mekong me ha enseñado esta lección, gracias río de la vida
TAILANDIA FINAL CON ELEFANTES Y JIRAFAS
Tengo un sabor agridulce, como la propia Tailandia. Dulce como la sonrisa de sus gentes y agria como esa realidad aún presente que me hizo encontrarme en el ascensor del hotelLe Meridien de Chiang Mai con un cincuentón largo baboso sobando a una nativa de unos 17-18 años que le miraba insinuante.
Ese encuentro me puso los pies en tierra, me ayudó a comprender el porqué del sentimiento "encontrado" en la visita a las mujeres jirafas y al campo de elefantes
Es la parte sombría del ser humano, aquella que mi ser no quiereVER( así, con mayúsculas) pero que inevitablemente la vida me da con ello de narices
Carmen dice que los elefantes no deberían vivir trabajando, son salvajes y su estado natural tiene que ser vivir en libertad, suscribo completamente esa visión
El elefante es el animal totémico del eneatipo 9 ( el mío), por la poca consciencia que tiene de sí mismo y de su poderío. A mi me atrajo mucho desde que era un niño y, con todas las reservas del mundo quise dar el paseo montado en él
Durante el trayecto mi pie iba en contacto con la gruesa piel de su cuello y pude sentir su inconsciente fuerza y su cabezonería. A través de ese contacto conecté con mi propia inconsciencia y mi temperamento rendido
Los elefantes me siguen dando miedo,de ellos y de mi mismo
En cuanto al sentimiento con respecto a las mujeres jirafas es una cuestión básicamente de rechazo a la explotación del hombre por el hombre y sería para otra crónica.
Ahora estamos de vuelta a España, próximos a aterrizar en Barajas y en el "mundo"que nos ha tocado vivir o que hemos elegido.
Estoy concluyendo que este viaje tiene el sentido de que es un viaje" necesario", sirve para contrastar con otros anteriores y sacar las conclusiones que sean necesarias.
Solamente quiero acabar deseando, con respecto al lector de estas crónicas de Tailandia que no le hayan sido demasiado aburridas
ds
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