La puerta se volvió a abrir, esa gran puerta metálica,corredera, devoradora.
Un
nuevo vehículo arrancó lacónicamente, como rendido al destino y,
despacio, sin hacer ningún ruido, se dejó devorar por aquella gran boca
que el portón dejaba ver cada vez que se abría
Al otro lado, un
uniforme azul y unos ojos penetrantes esperaban y miraban fijamente al
coche , primero, y, al conductordespués. Era una mirada acusadora, quién
sabe de qué, pero acusadora .El conductor se estremeció cuando por
detrás el gran portón se cerró, llegaba lo inevitable.
Entonces,
el señor del mono azul se acercó a la ventanilla y sonriente dijo: "
buenos días, esto es la ITV,me deja los papeles del coche , por favor"? Y
curiosamente, nuestro conductor se relajó, desconectó y devolvió la
sonrisa al tiempo que pensaba:"tengo que escribir ésta experiencia"
Nota: esta misma mañana fui a pasar la ITV de mi coche y esperando escribí el relato
No hay comentarios:
Publicar un comentario