"Pues, el mío más", ésta puede que sea una de las expresiones humanas más necias y zafias que se pueden exclamar.
La aprendemos muy de pequeñitos, en cuanto descubrimos que nuestro coche de juguete no es el único en el mundo, que hay más y, además mejores que el nuestro( ahí es dónde nos cuesta). Si nuestro coche no es el mejor, el más...¿qué clase de mierda de coche nos han regalado nuestros padres?, tan poco valemos?. El golpe emocional es tremendo y entonces tenemos que recurrir a alguna argucia rápida que nos reestablezca la autoimagen, entonces somos capaces de argumentaren cualquier dirección:"pues el mío se rompe antes", y hasta:"el mío es más barato".
Para qué continuar con los ejemplos de la infancia, son un rosario de exposiciones a la frustración temprana y al inicio insidioso de la envidia y los sentimientos de inferioridad.
Lo que sucede es que ésto no cede( me salió el pareado fácil)y, así atrvesamos la adolescencia y llegamos a la etapa adulta siendo verdaderos expertosd en articular nuestra carencia, envidia y sentimientos de inferioridad a través de bonitas expresiones que de vez en cuando soltamos.
Veamos algunos ejemplos, ftromulados como conversaciones, o algo parecido), en medio de las cuales, uno de los interlocutores "coloca" la expresión, expresiones:"lo mío más", "la mía más", "mi casa más", "mi úlcera más", etc
-"Pues en mi casa entra mucho el sol, toda la mañana"-"En la mía más".
-Mi coche alcanza los 220km/h", -"El mío más."
Mi úlcera me dá mucho la lata",- "La mía más"
Mención aparte merecen estas expresiones cuándo se trata de hijos, especialmente bebés.
Cuando se dice -"mi niño toma bhiberones ya de 250cl, el/la otra puede fácilmente contestar:Uyy, el mío más".
Aquí la lista sería verdaderamente interminable.
No quiero"entrar" en el argumentro de fondo que sustenta dicho tipo de expresiones, le dejo la tarea al astuto e inteligente lector, sólo quiero resaltar que el sentimiento de inferioridad y la envidia siewmpre están en la peregrina máxima de comparar y ganar, sólo que a la larga nunca gana nadie.
Qué fácil sería si pudiéramos comprender que todos somos necesarios, valiosos, entender que los rayos de sol no rivalizan por dar más calor.
Quiero, para terminar esta divagación, tan poco divagadora esta vez, decir que en la Terapia Gestalt se dice que el hombre se trasciende a sí mismo únicamente por la vía de su propia naturaleza, jamás por medio de la ambición ni metas artificiales.
Y de "broche", la oración de la Gestalt:
Yo soy YO
Tú eres Tú
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías
Tú eres Tú
Yo soy Yo
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos
será maravilloso
Si no, no puede remediarse
Falto de Amor a Mi mismo
cuando en el intento de complacerte me traiciono
Falto de Amor a Ti
Cuando intento que seas como yo quiero
En vez de aceptarte cómo realmente eres
Tú eres Tú y Yo soy Yo
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