martes, 25 de junio de 2013

¿QUIÉN, YO?, DIVAGANDO SOBRE EL ESCAQUEO

Maldita sea!, siempre que encontramos esa respuesta-pregunta estamos ante un posible conflicto.
Sea en el orden de la vida que sea, ocurra con quién ocurra, sea por lo que fuere, insisto, siempre que nos encontramos ante esta "gloriosa respuesta" tenemos un problema en ciernes.
El caso es que nosotros mismos hemos practicado, más de una vez con seguridad, esta respuesta tan exhasperante.
Que cada uno de l@s lectores busque en su memoria algún enfrentamiento sufrido por haber recibido esa respuesta y seguro que encontrará uno próximo en el tiempo.
Los docentes, educadores y personas  que trabajan con adolescentes son especiales testigos de "quién ,yo?". Esto se debe a la fuerte implantación en esas edades de la política de "a mi que me registren", soy inocente, por encima de todo, soy inocente.
Otras lindezas en la misma linea son: yo no fui, yo no estaba, yo no queria, y todo un rosario de formulaciones que SIEMPRE llevan a INTENTAR QUEDAR A SALVO, indemne de todo lo que pueda caer encima, especialidad del ser humano y gentileza del victimismo.
Cuando nos hacemos mayores, que no adultos, seguimos practicando el ¿Quién, yo? como verdaderos expertos ya del escaqueo.
Qué fácil resulta ponerse las ropas de los inocentes, de las víctimas y formular como respuesta una , a su vez, nueva pregunta, acompañada de un gesto que denota inocencia, victimismo, ser sufriente a punto de  ser inmolado injustamente.
En función de dónde estamos situados cuando irrumpe en el aire un terrible"¿Quién, yo?" sentiremos ganas de  desmarcarnos de la realidad negando lo evidente las veces que hagan faltan, renegando del mundo y su injusta acusación, poniendo cara de JUDAS Iscariote cuando Jesús dijo en la última cena:"uno de vosotros me traicionará" y cada uno fue preguntando "Seré yo, señor",-"no tu no, mi Pedro",-"seré yo, señor"?,-"no, tu no mi Juan", hasta que llegó a Judas que dice:"seré yo, señor", y Jesús contesta:"No mi Judas, no mi judas!!!. Lo otro que podemos sentir es cuando somos los encargados de la parte ingrata, acusadora, reveladora, desenmascadora, esa parte que habitualmente resulta incómoda. Desde esa posición lo que sentimos al oir un "¿Quién, yo?" es inenarrable, van dsde ganas de pegar directamente una patada en el culo al tiempo que aún retumba en el aire el ..."..Yo?..." a, decir simplemente: SI, TÜ!!!.
La expresión fue usada a lo largo de la historia por muchos personajes, no demasiados  apreciados ni por sus contemporáneos ni en la actualidad, algunos casos son de clara evidencia, en otros se trata tal vez de meras suposiciones, podemos imaginar a Judas preguntando en la última cena "¿Quién, yo?", lo mismo diríaBRUTUS cuando Cesar en histórica expresión dice:"Tu quoque Brutus, filii mei?", y Brutus, con todo el morro del mundo responde:"¿Quién, yo?", también es probable que Boabdil el chico cuando su madre sentenció aquello de "llora como mujer lo que no supiste defender como hombre", le contestara:"¿Quién, yo?".
En fin desde la aparición del lenguaje en el hombre es casi seguro que una de las primeras cosas que aprendió a decir es la frasecita de marras. Algún dia llegará en que no sea necesario utilizarla, en que asumamos desde un primer momento nuestra responsabilidad ante nuestras decisiones y dejemos de una vez por todas de justificarnos......."¿Quién, yo?".....NO, mi abuela.

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